El Trolley y el Teatro Fin de Siglo

1983 -1988

Un espacio de resistencia cultural a una dictadura

Para no hablar como ellos hablan, ni representar como ellos representan..“Autónomos porque no tenemos nada, y nada nos dieron. Autónomos porque auto-generamos y  nos auto-conducimos ”    Manifiesto 1985 – Ramón Griffero

El “Trolley” es hoy  considerado un icono de la resistencia y renovación cultural, que se manifestó en un antiguo galpón, en medio de toques de queda, estados de sitio, y allanamientos  impuestos por  una feroz dictadura militar.

Situado en  un sector   marginal de Santiago en la calle San Martin 841, colindando con las ultimas casas de prostitucion, la central de la policia de investigaciones y junto a la carcel pública, lugar de detención de prisioneros políticos.

Se encontraba la sede  de los jubilados y montepiadas de la Empresa de Transportes Colectivos del Estado, la cual desde 1918 había sido un centro histórico del sindicalismo chileno, lugar de manifestaciones sociales que vio desfilar a lideres sindicales, como Clotario Blest o dirigentes políticos como el compañero presidente Salvador Allende y paradojalmente en la continuidad de su historia, en 1983 se convertía en un espacio de libertad para la creación, y el re-encuentro social.

En  sus eventos-obras y fiestas una generación desafió las censuras existentes, y a través de una política del arte, dio voz e imagen a su disidencia,  denostó la represión, denunció las torturas y desapariciones, y se dio el derecho de existir en toda su diversidad.

Hoy una pared del museo de la memoria de Santiago, tiene impreso en sus muros un afiche del Trolley, dando cuenta de la relevancia de este espacio y homenajeando a quienes a través del arte desafiaron a una dictadura.

UN ORIGEN

La disidencia de la disidencia

Al retornar, luego de diez años de refugiado político, junto a mi compañero Herbert Jonckers, nos animaba un fin, presentar montajes que develaran, lo que nos estaba sucediendo e increpará a esta dictadura. Como primera acción necesitabamos un lugar para estrenar  “Historias de un galpón abandonado”,  obra metáfora de un país oprimido y dominado por una  junta perversa.

Luego de recorrer varios escenarios  y frente a la negación de estos por el riesgo politico que les  implicaba, se comenzó a buscar  espacios alternativos, estacionamientos, bodegas… En un encuentro  social conozco a Pablo Lavin quién me habló sobre este delirante lugar.

A través de un acuerdo de arrendamiento, se procedio a habilitarlo como, un lugar para fiestas performáticas, acciones culturales y sede de la compañía  del “Teatro fin de siglo.”  Este anhelado espacio fue bautizado como, “El Trolley” en homenaje a los ex conductores, boleteros y mecánicos  de trolleys y tranvías.

La convicción de que nos sería negada la obtención de permisos municipales,  ni que los montajes se declararan culturales por el ministerio de educación, fue que se decidió funcionar de manera “clandestina” hasta que se nos obligará  a su cierre.

La primera actividad fue la fiesta de año nuevo 83/84

Los asistentes quedaron  sorprendidos, al  confrontarse a transformistas vestidos de militares que  desfilaban, cantando himnos del ejercito.

O al ver actores – actrices, con  televisores, que trasmitían  discursos de Pinochet dirigiendose al país, al  son de la canción: “Only you can make the world go round” mientras se besaba su rostro, con labios de rouge negro.

La numerosa  convocatoria de público a estos eventos, generó que múltiples  jovenes creadores, de diversas áreas se acercaran ofreciendo presentar sus trabajos, en un lugar donde no se ejercía la censura y donde el motor era ser un resistente  y no el logro monetario.

Los principios de este espacio fueron elaborados en un escrito de mi autoria  titulado “Manifiesto para un teatro autónomo” donde el leitmotiv era:

“No representar como ellos hablan, ni representar como ellos representan” siendo ellos, tanto las formas culturales de la  dictadura, como las formas disidentes que se consideraba,no estaban accionando con una fuerte renovación artística, entendiendo que toda renovación del arte es una renovación del pensamiento, asi surgió la frase de “disidentes de la disidencia”.

Los conceptos político artísticos que emergieron desde este rincón de Santiago, fueron definidos posteriormente, por los teóricos, como una de las primeras expresiones colectivas de la post modernidad  artística de  Iberoámerica.

El Trolley agrupó a creadores que estaban atomizados, del otro, y del entorno social, sin un espacio común, y dio cuenta que no estábamos solos, sus creaciones generaron un fragmento de la renovación cutural de nuestro país, estableciendo un quiebre artístico con las formas precedentes.

Lo anterior no fue extento de visitas de agentes, de las direcciones de inteligencia, amenazas y allanamientos, de ahí un gran homenaje a todos aquellos que desafiaron el terror, como a los actores y actrices que optaron por los principios de su profesión, a las pantallas complices de la Televisión, donde se volvían  rostros de una dictadura.

El concepto de este espacio, fue emulado y continuado por aquel del imponente centro del Garage  Matucana 19, que también acogió grandes actividades relevantes  político culturales generando un frontón de desidencia, sin dejar de recordar aquel centro que nos precedió como fue, el Centro Cultural Mapocho  que en las salas de su casona, acogieron y dieron lugar a multiples manifestaciones.

La llegada de la democracia, las nuevas condiciones de producción y la recuperación de los espacios  públicos  y tradicionales, hicieron que estos espacios, dejaran de existir, al haber ya cumplido con  la necesidad de su existencia.

Si bien se les consideró como lugares alternativos y marginales, para minimizarlos. Hoy podemos decir, que ahí no estaba lo marginal si no el centro y el alma de un territorio, que sobrevivía y los marginales, no eran más aquellos que se complacían con la dictadura.

Se presentaron  en El Trolley

Música : Los Prisioneros – Javiera Parra – Angel Parra -Pequeño Vicio – UPA -Generaciones – Indice de Desempleo – Fiscales Ad hok –Electrodomesticos -Bhandada

Artistas Visuales : Herbert Jonckers – Raúl Miranda – Bruna Truffa – Esteban Cabezas – Samy Benmayor – Francisco Fabrega – Carlos Bogni – Bernardita Birkner-Elias Feiffer – Miguel Hiza – Pablo Barrenechea

Video-Arte – Cine: Gonzalo Justiniano – Carlos Altamirano – Enzo Blondel  Ramón Griffero.

Teatro:  Ramón Griffero – Los montajes del Teatro Fin de Siglo – Vicente Ruiz (Performances) – Willy Semmler – Jose Andrés Peña.

Danza: Octavio Meneses – Miguel González  

Literatura: Santiago Elordi – Sebastián Grey – Cristian Warken – Juan Pablo del Río. Lanzamiento de revistas y eventos poéticos.

Primera Bienal underground organizada por Vicente Ruiz.

Elenco del teatro “Fin de Siglo” en el Trolley

Participantes en obras-performances y acciones de arte

Verónica García Huidobro – Ricardo Balic –  Andrea Lihn – Marisol Vargas  Alfredo Prieto –  Alfredo Castro – Rodrigo Perez- Martin Balmaceda-Esteban Marió -Alejandro Trejo – Sigfried Polhammer – William Hidalgo  – Carmen Julia Sienna -Marisol Agar – María Corbino – Rodrigo Vidal – Jose Luis Arredondo – Francisco Moraga – María Cristina Arias – Aldo Parodí – Carmen Pelisisier –  Pablo Lavin – Eugenio Morales – Carlos Osorio – Lina Boitano –  Consuelo Castillo – Maruja Cifuentes – Patricio Villalobos  Raul Miranda – Jesús Aybar – Ricardo Guerra – Oscar Cuevas –  Lina Contreras -Angel Barroso – Verónica Arre –  Claudio Contreras – Herbert Jonckers – Ramón Griffero

Participaron en  intervenciones y acciones de arte:

Patricia Rivadeneira – – Daniel Naranjo – Tito Bustamante – Tahía Gómez – Pablo Alarcon – Roxana Campos – Pablo Alvarez – Cayoya Sotta – Enzo Blondel – Carla Lobos – Cristian Marambio – Juan Pablo del Río – Trinidad Gonzalez  – Luis Gnneco  – Mauricio Redoles -Esteban Carvajal-Cecilia Aguayo – Pia Salas – Michel Durot –Mario Planet –Miguel Soto – Roxana Campos- Tito Bustamante – Manuel Holzapfel  – José Miguel Dintrans –  Vicente Ruíz – Sebastián Piga – Claudio Belair -Mauricio Redolés – Leticia Kausel – María José Levine – Jacqueline Fresard y tantos otros.

Gestores y fundadores del Trolley: Pablo Lavin –  Ramón Griffero – Eugenio Morales, Carmen Pellisier – Armando Lillo.

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